Su oratoria efectiva ha incentivado la esperanza y ha dado a los venezolanos alguien en quien creer
Su oratoria efectiva ha incentivado la esperanza y ha dado a los venezolanos alguien en quien creer

Caracas, enero de 2019.- Juan Guaidó, presidente de la Asamblea Nacional y proclamado como “Presidente encargado” de la República, ha irrumpido en la política nacional como un líder que representa la esperanza.  Su lenguaje corporal revela a una persona segura de sí y que habla desde la verdad.

Así lo expresa Carelys Velázquez, Consultora Comunicacional y Máster en Oratoria quien detalla: “en sus apariciones en público se le observa siempre con sus manos descubiertas, palmas hacia arriba. Lo que denota apertura y honestidad”.

Velázquez explica que los gestos no solo forman parte de lo que se dice, si no de lo que se piensa.  Apunta que cuando una persona apoya su discurso con una congruente y descriptiva gestualidad refleja claridad en sus ideas; siendo este un factor que aporta a la audiencia confianza en la persona que habla como líder.  Recomienda el libro Hand and Mind (Mano y Mente, en español) del Doctor David Mc Neill, psicólogo e investigador estadounidense, quien maneja planteamientos interesantes al respecto.

Velázquez, quien es integrante activa en la ciudad de Nueva York de Toastmasters International, organización no lucrativa de comunicación y liderazgo, indica que aunque existen numerosas técnicas de oratoria para potenciar el mensaje y persuadir; cada persona tiene su propio estilo y carisma. “La naturalidad también se nota. A Guaidó se le ve cómodo en sus interlocuciones y al hacer gestos extendidos con las palmas abiertas comunica que no tiene nada que ocultar”.

Otra característica de Guaidó en su expresión no verbal es señalar. De acuerdo con la especialista en oratoria, esta herramienta discursiva no es muy recomendable en el mundo de los negocios porque puede denotar agresividad. Sin embargo, surge como una respuesta espontánea para expresar algo con lo que no se está de acuerdo y la posición es firme.  Es un gesto de autoridad. “El presidente Barack Obama en sus alocuciones solía suavizar este gesto formando un círculo al unir el dedo índice con el pulgar.  Sin embargo, el presidente Donald Trump, en algunas ocasiones lo utiliza”, añade.

Mensajes clave y pausas al hablar

En cuanto a la retórica, Velázquez considera que la repetición de los tres principales objetivos de su rol: Cese de Usurpación, Gobierno de Transición y Elecciones Libres es una buena estrategia para sembrar su mensaje. Al igual que las pausas que hace al hablar que le permiten a quienes lo escuchan procesar la información que comparte.

“Guaidó se presenta antes de político, humano. Aunado a su envestidura su mensaje es el de un joven, padre venezolano que padece la crisis y desea un país digno para todos. A su audiencia más difícil: el componente militar, les habla desde la identidad de una persona que creció en el seno de una familia donde se respetan los valores de esta institución al ser sus abuelos parte de ella”, acota.

Signos comunicacionales

La forma de vestirse de Juan Guaidó es sobria: jean, saco gris o azul oscuro, usualmente con una camisa blanca. ¿Puede comunicar algo el uso de estos colores? De acuerdo con Velázquez, sí. Resalta la teoría expuesta por la socióloga y psicóloga Eva Heller (1948-2008) en su libro La Psicología del Color donde plantea la relación entre los colores y los sentimientos. Indica que el blanco es el color del bien, la suma de todos los colores; el color de la resurrección, de la neutralidad y la objetividad.  Elementos todos característicos del rol que desempeña Guaidó.

Si bien, antes del 10 de enero de este año, Juan Guaidó era un personaje desconocido para algunos; su liderazgo político no nace de la noche a la mañana. Su facilidad para manejarse con la prensa y la gente es el resultado de una carrera política que inició como líder estudiantil en la Universidad Católica Andrés Bello hace más de una década; luego como dirigente político de Voluntad Popular, partido que contribuyó a fundar y en el que desempeñó posiciones de gran responsabilidad como el de coordinador nacional. Sin mencionar su experiencia como diputado a la Asamblea Nacional que le permitió recorrer el país y escenarios internacionales en los que compartió con congresistas foráneos.

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