Miguel Peña G.

@miguepeg

Bajo la más absurda situación que país alguno pudiera experimentar, Venezuela se encuentra atravesando su época más amarga y oscura. Luego de transitar el 2016 plagado de expectativas, promesas y esperanzas, el año nuevo que nos abraza muestra -sin contemplación- un nefasto futuro lleno de amargura, traiciones, mentiras, arbitrariedades, violencia, cobardías, presos políticos y deslealtades.

No es un panorama fácil de digerir o comentar entre amigos. Cada vez resulta más difícil, urdir palabras que ayuden a comprender o descifrar cómo llegamos a este país irracional, amoral e invivible, carente de todos los preceptos constitucionales y del estado de derecho; bases indispensables para sostener cualquier democracia. Quizás, si la MUD hubiese transformado toda la retórica y las promesas en hechos reales otro sería nuestro presente; de eso no hay ninguna duda.

La inercia y el colchón de triunfo que tuvo la MUD después del 6D se esfumaron, se diluyeron, así de simple. El desmoronamiento de credibilidad de la alianza opositora, ha sido progresivo y golpeó indefectiblemente, no solo la voluntad de gran parte de la sociedad democrática, sino al mismo seno de la AN que, si continua por esos derroteros de equivocaciones, terminará siendo un cómic; mucho guion, ficción y héroes, pero poca realidad.

El periodista, Pedro pablo Peñaloza, publicó un artículo en Konzapata.com, donde presenta algunos momentos políticos que la MUD ha desperdiciado desde que asumió el control de la AN y que han llevado a la coalición política, a entrar en el lodazal de las promesas incumplidas, donde solo había sido propietario el régimen.

Bajo el título: “La oposición debe hablar (y actuar) en serio si no quiere perpetuar al chavismo”; dice Peñaloza: “La oposición convoca una marcha hacia el CNE. Y todos sabían que no iba a llegar. Igual cabe la pregunta: ¿Cuándo es enserio y cuándo en broma? La toma de Caracas del primero de septiembre marcaría un punto de inflexión para garantizar la activación del RR. Octubre sería el mes de la protesta permanente. Noviembre, la gloriosa manifestación frente a Miraflores. Y en diciembre, la AN declara la responsabilidad política y feliz navidad. Por allí quedan algunos exigiéndole a la mayoría parlamentaria que defiendan con la vida su decisión de aprobar abandono del cargo. No entendieron. Ahora sí con franqueza: el Gobierno no se está cayendo. El fin de la revolución chavista no es inminente. Decir lo contrario sonará bonito, pero no es real”.

Sencillamente, la MUD se está dejando tapiar por un “alud” de desaciertos y medias verdades que nada más le hacen daño al ciudadano. Al venezolano que debe hacer interminables colas para comprar alimentos, aquellos que transitan el más cruel de los viacrucis para conseguir medicinas, a las madres que entierran a sus hijos recién nacidos por desnutrición, a cada persona víctima de la violencia desatada, al que come de la basura, a todos los que se van del país; ellos son los más perjudicados.

394 días han pasado desde el 5 de enero del 2016 y de ellos, solo queda una vaga y remota idea de lo que se pudo lograr, si hubiesen hablado con la verdad desde el principio. Es inaceptable, seguir escudándose bajo la consigna: “la dictadura hizo imposible que la AN funcionará”. Es cierto, que el régimen a través de la cloaca del “tsj” ha maniatado y desconocido al poder legislativo, sin embargo, los dislates cometidos por los líderes opositores han sido pura y netamente su responsabilidad.

2017 abrió las puertas a escenarios insospechados, en todos los ámbitos. 365 días más que no muestran -hasta los momentos- ni una pequeña luciérnaga que ilumine el camino a seguir. ¿Están dispuestos los venezolanos a resistir lo que resta de año, penurias, maltratos y humillaciones? La verdad, nadie la sabe.El ultimo “tusero” en el que se paró la AN, fue la declaratoria de abandono del cargo de Maduro. Después este paso político -que no es cualquier cosa- son muchas las voces que se han levantado en contra y a favor de la medida tomada por el parlamento. El problema no es la declaratoria, sino la falta de aplicación de la misma.

En esta materia, la CRBV contempla: Artículo 233. “Serán faltas absolutas del Presidente o Presidenta de la República: su muerte, su renuncia, o su destitución decretada por sentencia del Tribunal Supremo de Justicia; su incapacidad física o mental permanente certificada por una junta médica designada por el Tribunal Supremo de Justicia y con aprobación de la Asamblea Nacional; el abandono del cargo, declarado como tal por la Asamblea Nacional, así como la revocación popular de su mandato…”

La consecuencia de la declaratoria del abandono del cargo, como explica José Ignacio Hernández, Doctor en Derecho de la Universidad Complutense de Madrid y Profesor de la UCV y UCAB; “es que produce la falta absoluta del Presidente. En la medida en que esa declaratoria se produjo antes del cuarto año del período presidencial (o sea, antes del 10 de enero de 2017) la falta absoluta genera como consecuencia la convocatoria a elecciones presidenciales, dentro de los 30 días consecutivos siguientes”.

Claro, esto ha sido ciertamente un pastoreo de nubes, porque el dictador sigue campante destruyendo a la nación. No obstante, si ya ha sido declarado el abandono del cargo y Maduro, sigue mandando a contra pelo del texto constitucional y de la propia medida tomada por el parlamento ¿no es factible desconocerlo como Presidente en funciones?

Todo apunta a que esa posibilidad sea viable. Es decir, hacer uso del artículo de la Constitución que genera urticaria a propios y extraños; el 350. Al respecto dicho artículo reza: “El pueblo de Venezuela, fiel a su tradición republicana, a su lucha por la independencia, la paz y la libertad, desconocerá cualquier régimen, legislación o autoridad que contraríe los valores, principios y garantías democráticos o menoscabe los derechos humanos”. Lo importante para entender la magnitud del 350, es que no se refiere a un golpe de estado con intervención de la FAN -por supuesto, los militares entraran en escena, pero en el capítulo final de la novela.

El espíritu del 350 es más profundo que blandir la bayoneta. Por ejemplo, durante el 2016 podemos encontrar situaciones interesantes, que pueden resultar en la aplicación -de manera velada- de la desobediencia civil en contra el régimen, sus autoridades, legislaciones o sentencias. En articulo del año pasado, bajo el nombre “así se come el 350″, el diario el Nacional aborda precisamente esta materia. “…Para comenzar, ha sido la propia AN la que ha dado el ejemplo respecto al TSJ. Así hizo cuando decidió reincorporar a los diputados de Amazonas en contra de la decisión de la Sala Electoral, y así ha hecho cuando decidió seguir sesionando y legislando, desacatando abiertamente las sentencias de la Sala Constitucional que han declarado nulas todas sus actuaciones pasadas, presentes y futuras mientras estén incorporados los mencionados diputados. A este ejemplo sumemos uno planteado por la dirigencia política y apoyado por miles de ciudadanos, quienes atienden convocatorias a la Plaza Venezuela, la avenida OHiggins o La Florida, desconociendo la orden de Jorge Rodríguez de impedirnos manifestar en el municipio Libertador. También podemos añadir uno recordado en el acto del lunes por la valiente dirigente María Corina Machado, cuando establecía acertadamente que la frontera no la abrió Maduro ni Vielma Mora, sino el pueblo en masa, desesperado ante la escasez y el hambre que reinan en Venezuela. Como corolario de ejemplos, pondremos la decidida actitud asumida por la Unidad, que deja claro que NO acatamos la condición del 20% por estado que anunció el CNE, y que al reunir el 20% nacional (que es lo que dice la Constitución) lo haremos valer como pueblo, así como exigiremos que se convoque de inmediato el RR y se haga en 2016”.

Si existen antecedentes de desobediencia civil ¿qué hace falta entonces, para aplicar formalmente el 350? Voluntad política; nada más. Lo cierto es, que no hay vuelta atrás. El régimen sigue enquistado y atropellando a los venezolanos, y la MUD; bueno, la MUD sigue siendo lo que es. Por ello, políticos, empresarios, sacerdotes, trabajadores y ciudadanos no pueden esperar a que llegue el 15 de diciembre del 2017 bajo esta oscuridad, debe acortar los lapsos de inmediato y transformar desde ya, toda fecha que falta en el día 350.

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