Domingo 19 de febrero 2017 – hora 12:52 pm

Cuando Everlid Fernández González arribó al Aeropuerto Internacional de Miami (MIA) el pasado 14 de junio a bordo de un vuelo procedente de Lima, Perú, el funcionario de control de pasaportes que la recibió tuvo sospechas de que algo no estaba en regla porque los documentos de la viajera mostraban discrepancias. Su pasaporte chileno llevaba su nombre, pero otro documento ligado al pasaporte tenía un nombre diferente.

Fernández González, de 20 años, fue sacada de la fila regular de inmigración y llevada a una sala de interrogatorios, según una denuncia penal presentada ante el tribunal federal por un investigador de la oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP).

Reveló ser peruana, pero que pretendía ser chilena porque los chilenos no necesitan visa para visitar Estados Unidos, y que un pariente compró el pasaporte chileno a un amigo por $10,000.

Su caso fue parte de un creciente número de violaciones de la ley de inmigración que surgen en los expedientes de los tribunales federales del sur de la Florida y que van desde pasaportes falsos, hasta exceso de estadía autorizada y de extranjeros que han regresado ilegalmente después de haber sido deportados previamente.

En cuanto al caso de la peruana que se hizo pasar por chilena, su detención en MIA ocurrió dos meses antes de que las autoridades en Santiago, la capital chilena, arrestaran a miembros de una red de ladrones de identidad que vendían certificados de nacimiento chilenos a extranjeros indocumentados procedentes de Bolivia, Colombia, Cuba , República Dominicana y Perú, quienes luego podían solicitar pasaportes chilenos.

CBP no hizo comentarios sobre el caso, pero una de las supervisoras de la agencia elogió a los funcionares de control de pasaportes que detectaron a la falsa chilena.

Diane K. Sabatino, directora de operaciones de campo para las oficinas de CBP en Miami y Tampa, dijo en un comunicado: «Estos casos demuestran claramente el entrenamiento y la diligencia de nuestros funcionarios en la identificación de documentos de viaje obtenidos fraudulentamente, e inconsistencias que conducen a la identificación de personas que vienen aquí para fines ilícitos».

El sitio web del periódico chileno El Mercurio reportó en septiembre que las autoridades estadounidenses y chilenas habían abierto una investigación conjunta sobre si el de robo de identidad tenía vínculos con una posible red internacional de venta de pasaportes chilenos a extranjeros que no tenían derecho a entrar a EEUU sin visado, y quedarse para trabajar como inmigrantes indocumentados.

«Asimismo, la autoridad reveló que existe un trabajo en conjunto con el FBI para verificar si es que hay extranjeros que hayan obtenido la nacionalidad a través de este método y luego hayan optado a la ‘visa waiver [exención de visado], para entrar a Estados Unidos», dijo El Mercurio en un artículo escrito mpor Francisco Águila V., y publicado en septiembre pasado, citando a un jefe policial. «En ese sentido, reveló que se han detectado dos casos, pero de inmediato calificó la situación como hecho aislado y que no debería afectar la relación con ese país».

El Mercurio no dijo si los funcionarios chilenos proporcionaron detalles sobre los dos casos, pero el informe se produjo después de que dos casos de falsos chilenos fueron descubiertos en la MIA incluyendo el de junio que involucró a la peruana, Fernández González, y el otro unos dos meses después.

Mara Beltrán Chávez, de 36 años, llegó a MIA el 1ro de agosto en un vuelo desde Buenos Aires, Argentina, según una denuncia penal de CBP presentada en la Corte Federal de Miami.

Un funcionario de control de pasaportes la sacó también de la cola regular de inmigración porque notó que había una alerta sobre una posible identidad falsa después de que presentara un pasaporte chileno, según la denuncia penal.

«Los funcionarios del CBP determinaron que el pasaporte chileno era genuino, pero que se había obtenido mediante fraude», según la denuncia de CBP en el caso de Beltrán Chávez. «Como resultado, de su declaración jurada, Mara Beltrán Chávez admitió que era … una ciudadana peruana».

Además, según la denuncia, Beltrán Chávez también reveló cómo obtuvo el pasaporte chileno.

«Dijo que su pareja la presentó a su amigo Carlos, quien podía obtener un pasaporte chileno emitido bajo una identidad fraudulenta por la cantidad de $3,000», de acuerdo con la queja. «Pagó la mitad antes de recibir los documentos y la mitad después de que los recibió.»

El sitio web chileno Contácto dijo en un artículo en septiembre que una mujer identificada como Ana California ayudó a muchos extranjeros indocumentados a obtener certificados de nacimiento y otros documentos oficiales de identidad.

Contácto citó a un fiscal chileno que después de obtener documentos de identidad, varios «chilenos falsos» habían partido para Estados Unidos, México y Singapur – aparentemente con pasaportes chilenos.

«Se trata de una compleja red dedicada a fabricar chilenos «, cito Contácto al fiscal, Emiliano Arias.

En cualquier caso, el asunto se asemeja a la tendencia criminal observada en los últimos años que involucra a puertorriqueños.

Los inmigrantes indocumentados de varios países de América Latina han estado comprando certificados de nacimiento puertorriqueños, que son ciudadanos, para así poder solicitar ilegalmente pasaportes estadounidenses.

Decenas de casos de falsos puertorriqueños han surgido en los tribunales federales del sur de la Florida, incluso después de que el gobierno en San Juan invalidó los certificados de nacimiento emitidos antes del 1ro de julio del 2010 en un intento por detener el fraude de pasaportes y el robo de identidad.

Hasta el 40 por ciento del fraude de pasaportes en los Estados Unidos involucró en algún momento certificados de nacimiento de Puerto Rico, según funcionarios de San Juan citados ampliamente en el 2010.

«Es un problema que ha estado creciendo a medida que crece la necesidad en el mercado negro de certificados de nacimiento con nombres de hispanos», dijo Kenneth McClintock Hernández, entonces secretario de Estado de Puerto Rico. «El valor en el mercado negro de los certificados de nacimiento puertorriqueños va de $5,000 a $10,000.»

Uno de los más recientes casos de un puertorriqueño falsos apareció en el expediente de la corte federal de Miami en noviembre, cuando un agente especial del servicio de seguridad diplomática del Departamento de Estado presentó una denuncia penal contra el venezolano Henry Eduardo Chávez por supuestamente hacerse pasar como puertorriqueño para solicitar un pasaporte estadounidense.

Aunque Chávez, de 49 años, se declaró inicialmente inocente de los cargos, luego cambió de opinión y proyecta declararse culpable en una audiencia en marzo, según los registros judiciales.

Casos como el de Chávez continúan apareciendo regularmente en los tribunales federales a pesar de la invalidación de los antiguos certificados de nacimiento.

Otros casos relacionados con la inmigración que ahora están apareciendo en los registros de la corte federal del sur de la Florida con frecuencia son los arrestos de inmigrantes previamente deportados. Uno de los casos recientes incluía a un mexicano que había sido deportado siete veces y que todavía logró regresar sin ser detectado a través de la frontera por octava vez.

The Miami Herald

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