Miguel Peña G.

@miguepeg

En el ocaso irremediable de la nefasta narco-dictadura enquistada en nuestro país, los desmanes, las mentiras y la violencia -militar y paramilitar- es el único motor que mueve a Maduro y sus acólitos. Algo comprensible, pues históricamente toda dictadura por más férrea y dura que parezca, al final siempre recula, negocia, dimite y hasta pide perdón. El caso venezolano no será la excepción, más aún, cuando el dictador “bailarín” no es precisamente una lumbrera. Maduro, no solo carece de una formación política creíble, sino que esta desprovisto de todo vestigio de valores sociales, cultura, educación y sentido común; hasta en el “quinto punto cardinal” lo saben.

Maduro, preso y además consiente de que estas deficiencias básicas lo arropan sin pedirle permiso, se refugia -aconsejado o por voluntad propia- en trampas y argucias inconstitucionales, con el fin de imponerles a los venezolanos el modelo comunista cubano y quedarse eternamente en el poder, sin importarle en lo más mínimo, que el país de forma acelerada se enfile a la más profunda, sangrienta, cruel e inhumana crisis de la que se tenga registro. La dictadura ha escogido el camino más sinuoso y largo para su salida; la violencia, el terror, la desinformación, el chantaje y la muerte. Un cóctel falaz que, muestra en su justa dimensión la verdadera cara de lo que significa el chavismo, no la estupidez dicha por la Fiscal: “el chavismo es una filosofía”; nada más lejos de la verdad.

Por supuesto, si escudriñamos un poco más en esa aseveración de Luisa Ortega, podemos inferir que hay un mensaje claro para un sector del oficialismo. Es decir, al proferir que el chavismo no es un “partido político, sino una filosofía”, Ortega Díaz, deja por sentado a los chavistas originarios, que ellos pueden sobrevivir como movimiento después de la caída del madurismo, porque está claro al sol de hoy, que la lucha libertaria y democrática ha sumado a todo el país sin distinción de raza, credo y color político.

Opositores y chavistas disidentes consiguen un punto medio donde encontrarse; la defensa irrestricta de la Constitución Nacional ¿Que otro motivo podía ser? La defensa de la constitucionalidad ha conjugado tales voluntades disímiles, que a lo largo del tiempo solo habían mostrado insultos de parte y parte. No hay que llamarse a engaños, para salir de este oprobio se hace imperioso la participación del chavismo pensante y, sobre todo, demócrata que existe en el país. Creer lo contrario, es seguir el pastoreo de nubes. Sencillamente, como decía mi abuela: “es mear fuera del perol.

Seguir en la autoflagelación individual y colectiva, se convierte en un esfuerzo estéril que nada más ofrece mortificación y frustración a quienes viven en una perenne quejadera. “La fiscal es tal o cual; el G2 cubano hizo; una tía me mando un audio que dice los militares apoyan a Maduro…” en fin, todo un saco de novelas mentales que volverán locos de atar a más de uno ¿Debemos desconfiar? Siempre y mucho más cuando se trata de política, donde no hay nada seguro, y todo es posible. Pero a pesar de los temores, se debe ser pragmático y valorar todos los escenarios posibles, a fin de no terminar como tontos útiles o vivos pendejos.

La segunda guerra mundial unió circunstancialmente a la otrora Unión Soviética y a los Estados Unidos, en contra de los nazis; después inició la guerra fría. En la caída de Pérez Jiménez, comunistas, adecos, uredistas y copeyanos se pusieron de acuerdo, para luchar por la democracia. Luego, los comunistas, emprendieron su lucha guerrillera en los años 60’s. Si la historia no se equivoca ¿porque nos cuesta entender que los hechos ocurren tal cual como los vemos? Es menester dejar de lado el “purismo social o político”. Una cosa es justicia y otra es la venganza. El diputado Miguel Pizarro lo dijo claro: “No podemos sacar lo peor de nosotros. Debemos demostrar que somos mejores que ellos, en todo sentido”, palabras más, palabras menos. Los opositores al régimen somos mayoría, pero sí se puede acrecentar el rechazo hacia Maduro, mucho mejor. Basta recordar, que el triunfo del 6D de 2105 la MUD obtuvo votos rojos rojitos.

El tiempo de gracia se acabó. Maduro deberá contar en forma regresiva. Los hechos ocurridos esta semana solo muestran la punta de un iceberg que, se desmorona a pedazos, dejando un inmundo rastro de hielo picado con sangre; cual raspado de colita. La muerte de Neomar; el recurso de la Fiscal General de la República en contra de la “prostituyente”; la reunión del Papa con la dirigencia de la conferencia Episcopal; las protestas nocturnas en zonas rojas claves: Mamera, el Silencio, la Candelaria, Caño Amarillo, Av. Urdaneta, etc.; el apoyo a Luisa Ortega de numerosos jueces, ex fiscales y chavistas disidentes; las declaraciones del técnico de la Vinotinto, Rafael Dudamel; son partes esenciales de una trama que llega a su final.

En cuanto a los militares, van entendiendo las dimensiones del descontento social y del comportamiento dictatorial, asesino y nauseabundo del narco-gobierno. Los componentes de la FAN -sin B- (Ejército, Armada y Aviación) esperan resolver puntos álgidos como: Neutralización de la violencia de la GN y la radicalización de líderes del PSUV, por ejemplo. Una fuente militar me afirma, que lo dicho por la fiscal ha movido cimientos en el “olimpo” (FAN-Miraflores). En días pasados, el CEOFANB entregó un informe firmado por el V/A Remigio Ceballos Ichaso, donde deja de manifiesto la preocupación de los militares sobre: “el impulso de un paro nacional» superaría la capacidad disuasiva de las FANB. Es verdad, existen sobradas dudas de los venezolanos hacia las FAN. No obstante, hoy me atrevo a escribir que los militares se pondrán del lado del pueblo, no solo por ser un mandato constitucional, sino porque los días finales están a la vuelta de la esquina.

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