Según la compañía farmacéutica, el compuesto obtuvo una respuesta inmune en quienes lo recibieron.

Enero de 2021. Si todo sale bien, esa sería la fecha en la que estaría lista una vacuna contra el coronavirus para su distribución entre el público general.

Al menos eso piensan los directivos de Moderna, la empresa de biotecnología estadounidense que viene trabajando con el Instituto Nacional de Salud de EE. UU. (NIH por su sigla en inglés) en el desarrollo de un antídoto para la mortal enfermedad que ya le ha costado la vida a más de 315.000 personas a nivel mundial.

Este lunes, Moderna anunció resultados «muy positivos» en su fase inicial de ensayos clínicos entre un número reducido de voluntarios.

«Es una noticia tremenda que todos estábamos esperando. Lo que hemos demostrado es que el cuerpo crea anticuerpos y produce una respuesta inmune que puede bloquear el coronavirus«, dijo Tal Zaks, el médico en jefe de la compañía.

En el ensayo Moderna aplicó una dosis diferente de su vacuna a más de una docena de personas. En 8 de los casos que midieron -a los que se les aplicó un dosis entre 25 y 100 microgramos- las personas desarrollaron un nivel de anticuerpos similar o superior a los que desarrollaron personas que se contagiaron con la enfermedad de manera natural.

Otro grupo, que recibió una dosis superior (250 microgramos) terminaron presentando síntomas similares a los que produce la covid-19.

Los resultados hacen parte de la llamada Fase 1 de los ensayos clínicos que se realizan para determinar la efectividad de una vacuna.

El NIH ya le dio luz verde a Moderna para que inicie la Fase 2 de sus experimentos, que contempla el uso de la vacuna entre un grupo de 100 personas o más. De acuerdo con Moderna, la idea es entrar a la Fase 3 en julio, cuando se le administraría a más de mil personas.

Si no hay retroceso, el producto estaría listo para ser comercializado entre enero y junio de 2021. El cronograma dado por Moderna es un poco más extenso que el que viene ofreciendo el presidente Donald Trump, pues este ha dicho que la vacuna podría estar lista para el otoño del año en curso.

Los resultados de Moderna, en todo caso son preliminares y no han sido evaluados aún por el grueso de la comunidad científica.

Tampoco es claro, además, si la vacuna que están desarrollando ofrecería inmunidad ante una posible reinfección.

«Es una buena pregunta frente a la que no tenemos respuesta todavía. Vamos a tener que realizar ensayos en los que se vacuna a muchas personas y luego se les hace un seguimiento en los meses siguientes para asegurarnos que no han vuelto a desarrollar la enfermedad», añadió Zaks.

En este momento tampoco es claro si las personas que ya han padecido la enfermedad de manera natural pueden re infectarse o cuentan ya con inmunidad.

De acuerdo con Zaks, la otra buena noticia es que ninguno de los participantes en las pruebas clínicas desarrollaron efectos secundarios de consideración. Solo se presentó irritación de la piel en el punto donde se aplicó la vacuna.

Moderna, basada en Massachusetts, hace parte de un grupo de empresas en EE.UU. que están recibiendo fondos del gobierno para realizar experimentos que conduzcan a una vacuna y/o medicinas para contrarrestar el mal.

Además, está incluida en el proyecto Velocidad Asombrosa (Warp Speed) que ideó el presidente Trump para producir una vacuna en tiempo récord.

En condiciones normales, su desarrollo tardaría como mínimo 18 meses sin contar con el tiempo de producción en masa y distribución.

Pero bajo Warp Speed se han eliminado algunos de los requisitos y estándares que antes se utilizaban para garantizar eficacia y seguridad.

A nivel mundial hay otras siete compañías o entidades además de Moderna que han comenzado pruebas clínicas con humanos en busca de una vacuna. Dos de ellas, Pfizer y Inovio, también están en EE.UU. Cuatro más están basadas en China y una en el Reino Unido.

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