Viernes 12 de Mayo 2017 hora 10:03 pm

Cúcuta, Colombia – Media hora antes del amanecer, los puentes peatonales que conectan la ciudad Venezolana de San Antonio y Ureña con la ciudad colombiana de Cúcuta comienza a llenarse de gente. El trafico es circular, y ha sido así por años, con un gran número de personas cruzando en ambas direcciones- pero aquellos con destino a Colombia se ven en mayores cantidades.

Venezolanos que cruzan la frontera se distinguen con facilidad por su equipaje. Muchos arrastran maletines de mano con ruedas, otros cargan bolsos y cajas de cartón sobre sus hombros. Algunos hasta llevan sus perros y sus gatos en portadores de animales domésticos.

En enero, 47.095 venezolanos ingresaron a Colombia, más de el doble del numero que se registro en enero de año pasado. Alrededor de 21.000 cruzaron hacia el Norte de Santander, el estado del cual Cúcuta es la capital. Allí, y en otros puntos en la frontera de 1400 millas, la situación se comienza a sentir como una crisis de refugiados.

Marcelo Mirena, un muchacho joven con ropa limpia, quien cruzo el puente con su maletín de mano negro en una mano, y una mochila sobre su hombro, dijo que planeaba pasar por lo menos tres semanas en Colombia. Si se le hacia fácil conseguir trabajo, se quedaría permanentemente.

“La situación se esta saliendo de control para nosotros,” dice Mirena. “Muy pocos venezolano tenemos trabajo. No tenemos muchas opciones.”

Mientras la crisis económica y social en Venezuela alcanza punto de ebullición en las ultimas semanas, con enormes protestas violentas, y con el presidente Nicolas Maduro pareciéndose mas a un gobierno autoritario, la migración hacia Colombia ha alcanzado un nivel crítico.

Oscar Calderón, quien hace 7 años co-fundó un centro Jesuita para refugiados en Cúcuta, primordialmente para atender colombianos desplazados por el conflicto armado colombiano de décadas, dice que su organización se ha dedicado cada ves mas a compartir recursos con venezolanos desesperados.

El conflicto armado colombiano se ha tranquilizado desde que la FARC, la guerrilla más grande del país, firmo un acuerdo de paz con el gobierno en noviembre. Pero existen otros grupos guerrilleros activos en el Norte de Santander, así como grupos criminales peleando por el territorio que dejo la FARC.

La mezcla pudiese ser desastrosa. “La gente se esta moviendo encima de este barril de pólvora,” dijo.

Esta prohibido que niños venezolanos vayan a colegios colombianos- algunos colegios hasta han sido multados por admitirlos- y Calderón teme que una clase creciente de jóvenes podría ser reclutado por cualquiera de los grupos armados activos en la zona.

Sin embargo, el síntoma mas agudo de la frontera es el numero de venezolanos viajando en búsqueda de tratado medico. Según el Observatorio de Salud Venezolana, 76% de los hospitales del país se enfrentan con escasez de medicina, y menos del 10% de sus quirófanos, salas de emergencia y unidades de terapia intensiva están plenamente operativos.

Los hospitales colombianos comienzan a sentir la presion.

“Tener pacientes venezolanos solía ser muy raro,” digo Diego Celis, un pediatra en el Hospital Universitario Erasmo Meoz en Cúcuta. “Hoy en día vemos 20 o 30 entrar a nuestro consultorio diariamente.”

La mayoría de estos pacientes no tienen ni dinero, ni seguro. A finales de Marzo, el hospital se declaro en estado de emergencia luego de que sus salas de maternidad y pediatría estaban operando al doble de su capacidad.

Sentada en una de las salas de exámenes del hospital, Marbella Gutierrez cargaba a uno de sus hijos morochos nacido unas semanas atrás. Gutiérrez cruzo la frontera para dar a luz, cuando le dijeron que las salas de maternidad en Venezuela no estaban equipadas para su parto.

“Cualquier día de estos tendré que volver, porque el resto de mis hijos están en Venezuela,” dijo.

Gutierrez esta en Colombia desde hace seis semanas, en parte porque ha tenido que traer a sus morochos al hospital repetidas veces por problemas de respiración causados por vivir en la calle y rogar por cambio- un ciclo de povertad y deterioro de salud que la mantiene a este lado de la frontera.

En abril, durante una visita rutinaria a Cúcuta, el Presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, anuncio que el gobierno instituiría una nueva forma de identificación para Venezolanos que cruzan regularmente a estados de la frontera de Colombia. “Cualquier persona que no tiene esta identificación, o un pasaporte valido será declarado ilegal en nuestro país,” dijo Santos en su anuncio.

No es la primera ves que el gobierno intenta controlar el trafico en puentes peatonales, y seguramente no sea la ultima. No se espera que el anuncio tenga efecto mayor en la crisis, en parte porque hay muchos caminos por donde cruzar la frontera a través de la montaña. Calderón, del centro del refugio Jesuita, dijo que el gobierno todavía no reconoce la situación como es.

“En la medida están abordando el problema, lo están tratando como una preocupación de seguridad, como hemos visto que sucede en muchas fronteras alrededor del mundo,” Calderon dijo, agregando “cuando verdaderamente deberían enfocarse la crisis de derechos humanos.”

Vice News

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